Efecto termico de los alimentos
Porcentaje de efecto térmico de los alimentos
El efecto térmico de los alimentos es una referencia al aumento de la tasa metabólica (la tasa a la que su cuerpo quema calorías) que se produce tras la ingestión de alimentos. Cuando usted ingiere alimentos, su cuerpo debe gastar algo de energía (calorías) para digerir, absorber y almacenar los nutrientes de los alimentos que ha ingerido. Por lo tanto, como resultado del efecto térmico de los alimentos, al consumir calorías en realidad aumenta el ritmo al que su cuerpo quema calorías.
Hay que tener en cuenta que no existen valores fijos para el efecto térmico de los diferentes macronutrientes, ya que las investigaciones muestran resultados ligeramente diferentes de un estudio a otro. Estos son algunos parámetros generalmente aceptados:
Por ejemplo, si ingiere 200 calorías de proteínas, su cuerpo utilizará entre 40 y 70 de ellas en la digestión. La estimación más común para el efecto térmico total de los alimentos es de alrededor del 10% de su ingesta calórica total, pero a medida que aumenta su ingesta de proteínas también lo hace este número.
Cómo calcular el efecto térmico de los alimentos
La acción dinámica específica (SDA), también conocida como efecto térmico de los alimentos (TEF) o termogénesis inducida por la dieta (DIT), es la cantidad de gasto energético por encima de la tasa metabólica basal debido al coste de procesar los alimentos para su uso y almacenamiento[1] La producción de calor por parte del tejido adiposo marrón que se activa tras el consumo de una comida es un componente adicional de la termogénesis inducida por la dieta[2] El efecto térmico de los alimentos es uno de los componentes del metabolismo junto con la tasa metabólica en reposo y el componente del ejercicio. Una estimación comúnmente utilizada del efecto térmico de los alimentos es de aproximadamente el 10% de la ingesta calórica, aunque el efecto varía sustancialmente para los diferentes componentes de los alimentos. Por ejemplo, la grasa de la dieta es muy fácil de procesar y tiene muy poco efecto térmico, mientras que las proteínas son difíciles de procesar y tienen un efecto térmico mucho mayor[3].
El efecto térmico de los alimentos aumenta tanto con un entrenamiento aeróbico de duración e intensidad suficientes como con un entrenamiento anaeróbico con pesas. Sin embargo, el aumento es marginal y asciende a 7-8 calorías por hora[1]. Los principales determinantes del FET diario son el contenido calórico total de las comidas y la composición de macronutrientes de las comidas ingeridas. Frecuencia de las comidas
Calculadora del efecto térmico de los alimentos
El efecto térmico de los alimentos (TEF), definido como el aumento de la tasa metabólica tras la ingestión de una comida, se ha estudiado ampliamente, pero su papel en la regulación del peso corporal es controvertido. Analizamos 131 pruebas de TEF de una amplia gama de sujetos que ingirieron comidas de distintos tamaños y composiciones. Cada prueba duró 6 h. Del total de TEF de 6 h, el 60% del total se había medido después de 3 h. El 78% después de 4 h, y el 91% después de 5 h. Desarrollamos una curva de tres parámetros para ajustar los datos, que redujo el ruido y dio información adicional sobre el TEF. El área bajo esta curva paramétrica se correlacionó positivamente con la masa libre de grasa (ML) y el tamaño de las comidas (EM) y negativamente con el tamaño de las comidas al cuadrado (EM2) con un R2 de 0,35. El área habitual bajo una curva creada al conectar los puntos de datos de una línea se correlacionó con los mismos factores pero con un R2 de 0,28. El pico de la curva paramétrica se correlacionó positivamente con la FSM y la EM y negativamente con la EM2, el porcentaje de grasa corporal y la composición de las comidas. El momento en que se produjo el pico se correlacionó positivamente con el SM y el porcentaje de grasa en la comida. Nuestro análisis sugiere que una duración inadecuada de la medición del TEF podría dar lugar a errores. En general, recomendamos que el TEF se mida durante > o = 5 h.
Efecto térmico de las proteínas
La comida es el combustible que hace funcionar nuestro cuerpo, pero no es tan sencillo como parece. Cada día que pasa, el ser humano sigue descubriendo los alimentos y cómo reacciona su cuerpo ante ellos. Aunque no es ciencia espacial saber que los distintos tipos de alimentos tienen otros efectos en el cuerpo humano, a veces es necesaria la intervención de un experto para explicar cómo y por qué nuestro cuerpo reacciona de una manera determinada a determinados alimentos. Una de las áreas que han suscitado interés es el efecto térmico de los alimentos (TEF).
La era moderna ha hecho casi imposible no consumir alimentos procesados, lo que puede influir en el aumento del sobrepeso y la obesidad. Por este motivo, muchas personas buscan métodos eficaces para controlar el peso. Uno de los componentes ajustables de cómo el cuerpo gasta la energía es el efecto térmico de los alimentos, y entenderlo puede ser crucial en el control del peso.
El efecto térmico de los alimentos, que también se conoce como termogénesis inducida por la dieta (DIT) o acción dinámica específica (SDA), es la forma en que algunas de las calorías de los alimentos consumidos se utilizan para digerir, absorber, metabolizar y almacenar la energía restante de esos alimentos. Parte de las calorías se queman en forma de calor. En pocas palabras, el TEF es la cantidad de energía que el cuerpo necesita para digerir y procesar los alimentos (8).