Para que sirven los hidratos de carbono
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La función principal de los hidratos de carbono es suministrar energía a todas las células del organismo. Muchas células prefieren la glucosa como fuente de energía frente a otros compuestos como los ácidos grasos. Algunas células, como los glóbulos rojos, sólo pueden producir energía celular a partir de la glucosa. El cerebro también es muy sensible a los niveles bajos de glucosa en sangre porque sólo utiliza glucosa para producir energía y funcionar (a menos que se encuentre en condiciones de inanición extrema). Alrededor del 70% de la glucosa que entra en el cuerpo tras la digestión es redistribuida (por el hígado) de vuelta a la sangre para ser utilizada por otros tejidos. Las células que necesitan energía extraen la glucosa de la sangre con una proteína de transporte en sus membranas. La energía de la glucosa procede de los enlaces químicos entre los átomos de carbono. La energía de la luz solar fue necesaria para producir estos enlaces de alta energía en el proceso de fotosíntesis. Las células de nuestro cuerpo rompen estos enlaces y capturan la energía para realizar la respiración celular. La respiración celular es básicamente una quema controlada de glucosa frente a una quema incontrolada. Una célula utiliza muchas reacciones químicas en múltiples pasos enzimáticos para ralentizar la liberación de energía (sin explosión) y capturar más eficazmente la energía contenida en los enlaces químicos de la glucosa.
Remolacha azucarera
En esta parte de nuestra revisión sobre los hidratos de carbono, explicamos los diferentes tipos y funciones básicas de los hidratos de carbono, incluidos los azúcares. Para obtener una visión general de la relación entre el consumo de hidratos de carbono y la salud, consulte el artículo «¿Son los hidratos de carbono buenos o malos para usted?
Junto con las grasas y las proteínas, los hidratos de carbono son uno de los tres macronutrientes de nuestra dieta y su función principal es proporcionar energía al organismo. Se presentan en muchas formas diferentes, como los azúcares y la fibra dietética, y en muchos alimentos distintos, como los cereales integrales, la fruta y las verduras. En este artículo, exploramos la variedad de hidratos de carbono que aparecen en nuestra dieta y sus funciones.
En su forma más básica, los hidratos de carbono están formados por bloques de azúcar, y pueden clasificarse según el número de unidades de azúcar que se combinan en su molécula. La glucosa, la fructosa y la galactosa son ejemplos de azúcares de una sola unidad, también conocidos como monosacáridos. Los azúcares de doble unidad se denominan disacáridos, entre los cuales la sacarosa (azúcar de mesa) y la lactosa (azúcar de la leche) son los más conocidos. Los monosacáridos y los disacáridos suelen denominarse hidratos de carbono simples. Las moléculas de cadena larga, como los almidones y las fibras alimentarias, se conocen como hidratos de carbono complejos. Sin embargo, en realidad hay más diferencias. La tabla 1 ofrece un resumen de los principales tipos de hidratos de carbono en nuestra dieta.
Quinoa
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Toda la energía que necesitamos para vivir proviene de los alimentos que comemos y de los líquidos que bebemos. Estos nutrientes se dividen a grandes rasgos en grasas, proteínas e hidratos de carbono. Los hidratos de carbono desempeñan un papel especialmente importante, ya que proporcionan la energía rápida necesaria para el ejercicio.
Los hidratos de carbono que se encuentran en alimentos como los cereales, las frutas, las verduras, las legumbres y los productos lácteos son la fuente de energía preferida del cuerpo, pero éste no es el único papel que desempeñan los carbohidratos. También garantizan la agudeza mental y contribuyen al metabolismo de las grasas para obtener energía.
Los carbohidratos complejos son una fuente eficiente de energía que alimenta las contracciones musculares. Una vez ingeridos, los carbohidratos se descomponen en azúcares más pequeños (glucosa, fructosa y galactosa) que se utilizan como energía para las tareas inmediatas. La glucosa que no se utilice se convertirá en glucógeno y se almacenará en los músculos y el hígado para su uso futuro.
Fuentes de hidratos de carbono
La función principal de los hidratos de carbono es suministrar energía a todas las células del organismo. Muchas células prefieren la glucosa como fuente de energía frente a otros compuestos como los ácidos grasos. Algunas células, como los glóbulos rojos, sólo son capaces de producir energía celular a partir de la glucosa. El cerebro también es muy sensible a los niveles bajos de glucosa en sangre porque sólo utiliza glucosa para producir energía y funcionar (a menos que se encuentre en condiciones de inanición extrema). Alrededor del 70% de la glucosa que entra en el cuerpo tras la digestión es redistribuida (por el hígado) de vuelta a la sangre para ser utilizada por otros tejidos. Las células que necesitan energía extraen la glucosa de la sangre con una proteína de transporte en sus membranas. La energía de la glucosa procede de los enlaces químicos entre los átomos de carbono. La energía de la luz solar fue necesaria para producir estos enlaces de alta energía en el proceso de fotosíntesis. Las células de nuestro cuerpo rompen estos enlaces y capturan la energía para realizar la respiración celular. La respiración celular es básicamente una quema controlada de glucosa frente a una quema incontrolada. Una célula utiliza muchas reacciones químicas en múltiples pasos enzimáticos para ralentizar la liberación de energía (sin explosión) y capturar más eficazmente la energía contenida en los enlaces químicos de la glucosa.